Atlas AEED
4.3. Glándulas suprarrenales
(Dres. J.M. Segura Cabral, A. Oliveira Martin, R. Pajares Villarroya y N. Manceñido Marcos - Madrid)
Las glándulas suprarrenales normales se visualizan dificilmente en las exploraciones ecográficas debido a su pequeño tamaño. La glándula suprarrenal normal del adulto presenta una forma triangular o, en ocasiones, semilunar, pero nunca redondeada y rara vez se visualiza. El mejor criterio ecográfico para valorar una alteración suprarrenal es la visualización de alguna lesión en el área suprarrenal que ha cambiado la forma triangular. Su patrón ecográfico es igual o ligeramente más ecogénico que el de los riñones, y es homogéneo, sin que exista diferencia entre la médula y la corteza.
Los quistes primarios de la glándula suprarrenal son lesiones excepcionales y no suelen manifestarse clínicamente. Su aspecto es el de todos los quistes: lesiones bien delimitadas, anecogénicas, con pared delgada y refuerzo acústico posterior.
Los adenomas suprarrenales son neoplasias primarias de la corteza suprarrenal. Se observan en la ecografía como una lesión redondeada, bien definida y homogénea, con un tamaño que no suele sobrepasar los 3-5 cm.
El carcinoma suprarrenal es un tumor muy raro. Tienen un tamaño mayor que los adenomas.
El angiomiolipoma es un tumor adrenal, benigno, poco frecuente. Por su alto contenido graso, tienen un patrón hiperecogénico.
Las lesiones metastásicas, y dentro de éstas los carcinomas bronquiales, constituyen la patología tumoral más frecuente, superando a las lesiones primitivas. Las glándulas suprarrenales son el cuarto lugar más frecuente de asiento de metástasis tras los pulmones, hígado y hueso. No tienen un patrón ecográfico específico, pudiendo observarse áreas anecoicas por necrosis o hemorragia.
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