Atlas AEED
12.1. Abdomen agudo
Dr. Antonio Linares Rodríguez - Oviedo
El "dolor abdominal agudo", o “abdomen agudo” se define como dolor abdominal hasta entonces no diagnosticado y que tiene una evolución inferior a una semana. Sus características son las siguientes:
- Ser originado y referido al abdomen.
- Agudo por su cronología e intensidad.
- Acompañado de alteraciones del tránsito intestinal.
- Deterioro grave del estado general.
En la Tabla 1 mostramos la etiología detallada del dolor abdominal agudo basada en la etiopatogenia.
No obstante las principales afecciones causantes de dolor abdominal agudo y que precisan un tratamiento urgente se muestran en la Tabla 2.
En la evaluación del paciente con abdomen agudo existen dos objetivos esenciales:
(1) Reducir el diagnóstico diferencial al ser posible a un diagnóstico
(2) Determinar si el paciente es candidato a tratamiento quirúrgico
El diagnóstico y las decisiones terapéuticas se basan fundamentalmente en la clínica, muchos expertos discuten el valor diagnóstico de las pruebas complementarias, e incluso las consideran una pérdida de tiempo que puede contribuir a retrasar el tratamiento. La ecografía abdominal, como una prueba diagnóstica más, si se incluye en el árbol de decisión diagnótico-terapéutico ha de hacerse de forma rápida y si es posible a la cabecera del paciente para minimizar la pérdida de tiempo.
El rendimiento de la ecografía para tomar decisiones diagnósticas en las primeras horas es muy variable según los estudios, probablemente por ser muy dependiente del operador; aunque en nuestro medio se siguen basando las decisiones a menudo en la clínica exclusivamente, cada vez se generaliza más su empleo. Por otra parte la ecografía compite con otra prueba de imagen, que es la tomografía computerizada (TC) multicorte; una y otra tienen sus ventajas e inconvenientes, e incluso pueden complementarse.
Tal como se muestra en el algoritmo nº 1, siempre que la situación lo permita, se deben realizar las pruebas de laboratorio, los estudios radiológicos, y un ECG en los casos que indicamos en el mismo.
La decisión de realizar una ecografía abdominal, una TC multicorte o ninguna de las dos pruebas, dependerá de la disponabilidad de las técnicas, de la metódica de trabajo en cada hospital, y muchas veces estará condicionado a los propios facultativos de guardia, pues salvo raras excepciones, no suele estar protocolizado el diagnóstico.
Antes de indicar una TC, hemos de plantearnos las posibles desventajas que conlleva, e individualizar cada caso. El paciente precisa ser transportado hasta la sala de radiología. Si se trata de un paciente en estado crítico, la posible reanimación puede resultar muy complicada, por lo que es imprescindible valorar el binomio riesgo-posible beneficio. Esta técnica no es demasiado sensible para detectar anormalidades del tracto gastrointestinal y por lo tanto a veces no permite detectar causas importantes de peritonitis. Por otra parte somete al paciente a radiaciones ionizantes, lo que es preciso tener en cuenta en embarazadas y en niños y su coste es muy superior a la ecografía. Las ventajas de la TC se muestran en la Tabla 3 y las de la ecografía en la Tabla 4.
Sin embargo la ecografía es una técnica dependiente del operador, por lo que si éste tiene poca experiencia, los resultados son peores, en cambio en manos expertas proporciona prácticamente la misma información que la TC.
Incluso en aquellos medios que no recurren a una prueba de imagen de forma habitual, existen situaciones en las que la realización de un estudio ecográfico debería ser rutinaria, y son aquellas en las que se sospecha alguna de las patologías que se citan en la Tabla 5.
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